TDA-H

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, conocido como TDA-H engloba problemas para mantener la atención, para controlar los impulsos y el nivel de actividad.  Estos problemas se reflejan en un deterioro de la capacidad del niño para controlar su conducta a lo largo del tiempo y para mantener en su mente las metas y contemplar consecuencias futuras.

La vida de un niño con TDA-H sin diagnosticar y sin tratamiento es muy probable que esté llena de fracasos y de bajo rendimiento académico.

Las características propias del cuadro, que incluyen alteraciones en las funciones atencionales, hiperactividad e impulsividad, provocan una desorganización general a nivel cognitivo y comportamental que se extiende a todas las áreas de la vida.

Para poder diagnosticarlo hay que conocer que los problemas más comunes caen dentro de estas 3 categorías (falta de atención, hiperactividad e impulsividad), los cuales son más frecuentes y más graves que las observadas en un  niño de la misma edad con un desarrollo normal.

Existen unos criterios para el diagnóstico del TDA-H que deben haber estado presentes por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo.

Las causas del TDA-H son múltiples (factores genéticos, neurobioquímicos, neurofisiológicos, psicosociales) aunque ningún factor, por sí solo, explica el origen del trastorno.

Dada la gran diversidad, el grado de afección y cronicidad de los problemas conductuales asociados al TDA-H se requiere una gran variedad de tratamientos. Es necesaria la intervención de profesionales de distintas disciplinas como neurólogos, psicólogos, logopedas, pedagogos, etc…. Cada una aporta su experiencia y aborda los problemas específicos.  Hasta el momento  los tratamientos que han demostrado ser más efectivos son: farmacoterapia, tratamiento cognitivo-conductual (logopedia y psicopedagogía) , modificación conductual y orientación a padres.

El Centro Elecom emplea la Terapia Neurocognitiva en el tratamiento del TDA-H, para estimular las funciones cognitivas afectadas (memoria, atención, razonamiento, funciones ejecutivas, etc..)

Actualmente los tratamientos estás enfocados a reducir los síntomas y, por períodos largos, reduce el riesgo de un pronóstico negativo en la adolescencia y en la edad adulta.

El tratamiento también tiene en cuenta a la familia. El papel de los padres es esencial en la evolución del trastorno. Los padres son el factor protector más importante para reducir el impacto del TDA-H y deben aprender estrategias que ayuden al niño a regularse y autocontrolarse.