Mi hijo va al Logopeda

¿Qué  es  la logopedia?  ¿Qué  aspectos abarca?  ¿A  quiénes  se  dirige? ¿Qué hace un logopeda?

Es posible que algunas de estas preguntas hayan surgido en más de una ocasión en muchas personas, e incluso puede que a día de hoy sigan sin tener una respuesta acertada.

Por este motivo,  queremos  aportar  nuestro  granito  de arena  creando un espacio donde poder aportar  información, compartir nuestras vivencias,  transmitir inquietudes y construir un canal de comunicación útil, a través de estas líneas, que pueda resultar de interés  para todos  los lectores que pasen por aquí.

Comenzamos,  por  lo  tanto,  contestando  a  la  primera  pregunta:  ¿Qué  es  la  Logopedia?

La  Logopedia  es  la  actividad  dirigida  al  estudio,  prevención,  evaluación,  diagnóstico  y

tratamiento  de  los  trastornos  de  la  voz,  el  habla, el lenguaje,  audición, deglución y comunicación  oral  y escrita.

Desde esta disciplina, se desempeñan ciertas funciones que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas con dificultades en las áreas anteriormente nombradas.

La función  preventiva consiste  en  evitar  el  surgimiento  o empeoramiento  de  un trastorno  del  lenguaje  y  comunicación.

Las funciones  de  detección,  evaluación  y  diagnóstico,  se  llevan  a  cabo  a  través  de  la observación  y  recogida  de  datos, el  uso  de  pruebas  o  exámenes  de  detección específicos  y obtención de resultados.

Una  vez  concluido  esto,  se  llega  al  diagnóstico,  donde  se  determina  el  trastorno  y/o  las dificultades  y  anomalías  presentes  que  impiden  un desarrollo  óptimo  del  individuo.

Posteriormente,  se  determinan  los  objetivos  y  el  plan  de tratamiento  adecuados  para  cada  caso y, desde la función  de  intervención, se  trata  de  conducir  al  paciente,  según  sus posibilidades,  al  nivel  óptimo  de  funcionamiento  y  de  comunicación  que  corresponde a  su  entorno  social  o  escolar. Para ello, se  elabora  un  programa  global  e  individualizado adaptado  a  cada  caso,  basado  en  los  resultados  de  la  evaluación  con  planteamientos de  objetivos  medibles.

En  cuanto  a  quiénes  va  dirigida,  podemos  decir  que  existe  gran  variabilidad  de trastornos objeto  de  la  logopedia y, a su vez, el abanico de población que puede padecerlos, es  amplio:  desde  el  niño  prematuro  recién nacido,  hasta  una  persona  en  la  vejez,  pasando  por  la infancia,  adolescencia  y  edad  adulta, pueden  ser  susceptibles  de  la  logopedia , debido  a  la  presencia  de  anomalías  o  dificultades de distinta etiología que afectan a la capacidad comunicativa de una persona en  cualquier  etapa de  la  vida.

Hoy,  nos  vamos  a  centrar  en  los  niños,  un  grupo  de  riesgo bastante  frecuente  en  el campo de la logopedia.  ¿Qué  signos  de  alerta  podemos  observar en ellos?

Muchas  veces  surgen  dudas  en  los  padres  sobre  el  lenguaje que  emplean  sus  hijos. Si  hablan poco  o  no  se  les  entiende  cuando  lo  hacen,  si  se  quedan  sin  voz  fácilmente,  si  tardan  en aprender  a  leer  o  escribir… por  eso , a continuación, vamos  a  señalar  una  serie  de  signos  de  alerta que  podrían  indicar  a  los  padres  o  a  los  profesionales  que  trabajan  con  los  niños  la  necesidad  de  acudir al  logopeda,  ya  que  este,  es  el  encargado  de  valorar  si  se  debe  intervenir  o  no.

Signos de alerta:

  • Si el  niño  no  tiene  intención    Los  niños  desde  los  primeros  meses  de vida  van  desarrollando  la  capacidad  de  comunicarse  con  la persona  con  la  que  juega o  habla.

Hay  que  valorar  si  aparece  el  contacto  visual,  la  sonrisa  social,  su  capacidad  de atención,  si  se  produce  la  imitación  o  si  son  capaces  de pedir  o  rechazar  algo.

  • Si el  niño  no  responde  a  los  sonidos  o  a  su  nombre, puesto  que  así  se  podría descartar  cualquier  problema  de  audición  que  pudiera interferir  en  el  correcto desarrollo  del
  • Si el  niño  no  habla  o  habla    Desde  los  primeros meses  de  vida  los  niños empiezan  a  jugar  con  su  voz  y  a  comunicarse  a  través  de  sus  sonidos. Sobre  los  dos  años  se  empieza  a  notar  un  repertorio  de  palabras  más  amplio,  40-50  palabras,  aunque  algunos  niños  puedan  tardar un  poco  más. A  partir  de  ahí  el  repertorio  se  va  ampliando  y  van desarrollando  las  diferentes combinaciones  de  palabras  formando  cada  vez  oraciones  más complejas.

A  su  vez,  tendríamos  que  prestar  atención  a  la  comprensión  de  órdenes  y  preguntas.

  • Si pronuncia  mal,  bien  porque  sustituye  sonidos  o  porque  directamente  los    A partir  de  los  5  años  debería  pronunciar  todos  los  fonemas  correctamente.
  • Si se  observan  malos  hábitos  en  algún proceso  de  la  deglución,  ya  que  esto  puede dar  lugar  a  alteraciones  que  dificulten  el  correcto  desarrollo  del  habla,  problemas  de respiración  o  de  la  formación  del  paladar  y
  • Si se  queda  sin  voz  fácilmente  o  ronco  con    Suele  pasar  en  niños  que tienen  un  mal  uso  o  abuso  vocal    porque  gritan  mucho  o porque  respiran  por  la  boca.
  • Si en el colegio se observan dificultades de aprendizaje, ya que pueden ser consecuencia de un déficit de atención, impulsividad o memoria.

Frecuentemente el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) se percibe en los niños cuando comienzan la educación primaria.

  • Si presentan  dificultades  a  la  hora  de  leer  o    Éstas  suelen  ser: lectura  lenta, omisión  de  letras,  silabas  o  palabras  o  las  sustituyen  por  otras,  escritura  con  muchos errores,  o  dificultades  en  la  comprensión  de  textos. Sin  olvidar  el  razonamiento  matemático  y  el  cálculo.

Ante  cualquier  sospecha  sobre  la  presencia  de  estos  signos  de  alerta  es  necesario  acudir  al logopeda,  que  será  el  que  valorará  si  existe  tal  alteración  y  si  es  necesario  realizar  una intervención  que  ayude  a  mejorar  aquello  que  se  vea  afectado.